Transformando la Docencia: Cómo la Inteligencia Artificial se Convirtió en mi Mejor Asistente de Cátedra

Como educadores, nos enfrentamos constantemente a la necesidad de adaptarnos. En mi caso, como profesor en la facultad de arquitectura, el cambio llegó cuando una herramienta de software esencial para mi curso de instalaciones de iluminación dejó de ser accesible para mis estudiantes.
Lejos de ser un contratiempo, este evento se convirtió en el catalizador para una de las transformaciones más significativas en mi método de enseñanza. Decidí explorar el potencial de la Inteligencia Artificial, específicamente de Google Gemini, para llenar este vacío. Mi objetivo era ambicioso: no solo reemplazar el software, sino enriquecer la experiencia de aprendizaje con una variedad de recursos que se adaptaran a diferentes estilos de aprendizaje. El proceso fue fascinante. Comencé pidiéndole a la IA que me ayudara a estructurar un temario completo.
A partir de ahí, la colaboración fluyó de manera natural. En cuestión de horas, logré generar un cuerpo de apuntes coherente y bien fundamentado, con referencias bibliográficas y un tono profesional adecuado para la educación superior. Pero no me detuve ahí. Con la misma herramienta, transformé esos apuntes en una página web, generé un resumen en audio para los estudiantes que prefieren aprender escuchando, diseñé una infografía para visualizar los conceptos clave, y hasta creé un cuestionario interactivo para la autoevaluación.
La IA me ayudó incluso a redactar las bases para un ensayo y a diseñar una portada atractiva para el material. Esta experiencia me ha demostrado que la Inteligencia Artificial no busca reemplazar al docente, sino potenciarlo. Nos permite automatizar tareas que consumen tiempo y enfocarnos en lo que verdaderamente importa: guiar, inspirar y acompañar a nuestros estudiantes. La IA es, sin duda, una herramienta poderosa para democratizar el acceso a una educación de calidad. Les comparto todo mi proceso en el siguiente video: